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Renée Higdon: lo grande de lo pequeño
Renée es de Maryland, Estados Unidos. Quería vivir en el extranjero y conocer nuevas culturas. Finalmente llegó a Pamplona para aprender español y no pudo evitar quedarse. Ahora estudia Humanidades con el Diploma en Estudios Curatoriales del MUN.
¿Cuándo empezaste en el mundo de la fotografía?
Mi primer contacto con la fotografía fue en High School. Había un programa de estudios increíble con un buen profesor y una sala oscura donde podíamos revelar nuestras propias fotos. Me encantó y desde ahí supe que no lo dejaría.
¿Qué hiciste después?
Tuve la oportunidad de tener un internship durante un año con The Blonde Photographer, una fotógrafa de mi ciudad que me encantaba. Eso fue clave. A partir de ahí empecé trabajando como fotógrafa haciendo sesiones de retratos y bodas.
Y ahora ¿por qué humanidades?
He decidido estudiar humanidades porque pienso que es práctico y necesario tener una base que dé fondo a mi fotografía. Hay una frase que dice: “If you want to become an interesting photographer, become an interesting person”. Pienso que es muy cierta. Además, con una base humanística aprendo más del mundo y tengo fuentes como la literatura, el arte y la filosofía.
En general ¿qué tiene de especial la fotografía?
La fotografía es versátil. Algo que, por ejemplo, la pintura no tiene. Es una manera de contar historias, una forma de empatizar rápidamente con la gente y de ver el mundo de otra manera. Luego está por ejemplo fotografía de arte o el fotoperiodismo. Cada tipo de fotografía es distinto y tiene sus peculiaridades, pero siempre muestra algo que está ahí, es objetiva. Lo que es subjetivo es lo que quieras transmitir con ella. Pero, en general, es una manera de comunicar la verdad, porque una imagen vale más que mil palabras…. Y es así, nadie puede negar lo que ve en una imagen.
Y para ti ¿qué es la fotografía?
La fotografía para mí es la mejor manera de comunicar mi amor por el mundo, por las distintas culturas, lugares, personas. Es la manera más fácil de mostrar la manera en que veo el mundo.
¿Reflejas una parte de ti en las fotos que tomas?
No creo que sea directamente el objeto de mis fotografías. Pienso que siempre llevas contigo tu historia personal, es lo que te moldea y te convierte en lo que eres. Como fotógrafa muestro mi visión del mundo y mi historia personal es la que da forma a esa visión, así que de una u otra forma se percibe lo que llevo dentro. Yo crecí en un lugar rural, con grandes campos, siempre cerca de mi familia y pienso que eso se refleja mucho en las cosas que me gusta capturar con el lente de la cámara. Naturaleza, personas, expresiones.
Y ¿qué es lo que más te gusta capturar con el lente?
Últimamente me gusta mucho enfocarme en los detalles y el color. En texturas o haciendo zoom a las cosas que la gente usualmente no presta atención o no ve. Ver lo bello de las cosas pequeñas… Sí, yo creo que eso es lo que más me interesa ahora. También me gustan las fotos con personas, los retratos…me gusta mostrar expresiones, los sentimientos de la gente.
Tus mejores fotos…¿las espontáneas o las planificadas?
Es un poco de los dos, pero pienso que me define más la espontaneidad. La fotografía es trabajar con luz y cuando trabajas con luz, ves algo en un momento determinado, donde la luz es increíble o alguien en la calle hace algo y son cosas que no puedes planear. Son una vez y no se repiten. Puedes pensar más o menos en qué quieres capturar o preparar un equipo antes de salir a sacar fotos, pero pienso que las mejores son las espontáneas, no esperas algo, pero de pronto, tienes una gran foto, es magia.
¿Qué buscas expresar con tus fotos?
Realmente quiero mostrar una visión positiva del mundo, me gusta tomar fotos de las cosas bellas o de las que mueven el corazón a ver la belleza que hay en el mundo y en las personas. Me gustaría que la gente se quedara con eso de mi fotografía.
En tu opinión ¿el fotógrafo nace o se hace?
Pienso que tienes que nacer con una afinidad por la estética. Usualmente los fotógrafos son grandes observadores, pero pienso que con educación refinas el ojo. Entonces es un poco de los dos. Para la fotografía hay que tener sensibilidad por el arte y la belleza, un ojo crítico. Puedes nacer con ello, pero también es aprender…aprender a mirar.
Te gusta tomar fotos en film también…
De hecho, prefiero el film, aunque sea sólo por la diferencia de la experiencia. Con la fotografía digital hay un momento y lugar determinados, pero siento que es un estilo muy “spray”. Tomas muchísimas fotos y ya luego eliges una que te gusta y eso te separa un poco del proceso porque sabes que puedes tomar más o borrar las que no te gustan. Es más consumista. Es muy fácil, no tienes la necesidad de guardar las mejores tomas. Con film tienes un límite y te detienes a pensar más en la composición de tu foto, en el objeto, cada toma vale mucho. ¿Vale la pena? ¿Es esta la foto que quiero? El resultado final es mejor. Además, cuando revelas tus fotos te quedas con una sensación de satisfacción inexplicable. Del film me gusta el rango de colores, el enfoque, la nostalgia que transmite por sí mismo, los detalles…Sí, definitivamente me gusta más el film que la fotografía digital.
¿Qué fotógrafos son referentes para ti?
Soy un poco “old school” con mis fuentes de inspiración, me gustan los fotógrafos old fashioned. Admiro mucho el trabajo en la moda de Tim Walker, Irving Penn, Herb Ritts y Richard Avedon. Los fotógrafos documentales como Steve McCurry y Robert Doisneau son grandes fuentes de inspiración para mí y un fotógrafo de bodas que me encanta es José Villa. He tenido la oportunidad de trabajar con Javier Vallhonrat. Participé en el workshop del MUN y me gustó muchísimo el proceso y el significado de su trabajo. El también trabaja con film y eso me atrajo a la primera.
Un consejo para un amateur de la fotografía
Pienso que la parte técnica exige mucha paciencia hasta que se convierta en parte de ti. Pero lo más importante es aprender a mirar. Antes de tomar fotos, es importante salir y mirar a tu alrededor ¿qué te llama la atención? Hay que, poco a poco, entrenar los ojos y lograr que la fotografía sea algo que sale de ti, de lo que tú miras y cómo lo interiorizas.
